“Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Dónde está el lugar de la inteligencia?” “El oro no se le igualará, ni el diamante” (Job 28:12,17).
En el oscuro ambiente de una mina de Sudáfrica, Frederick Wells no podía creer lo que acababa de encontrar. A primera vista, le pareció un trozo de vidrio que algún bromista había dejado allí para confundirlo. Mirándolo mejor, comprendió que ese 26 de enero de 1905 había encontrado el diamante en bruto más grande del mundo. Claro, todavía no conocía los detalles, pero sabía que había encontrado algo GRANDE. Wells era jefe de la Premier Diamond Mining Company, de Cullinan, a 40 kilómetros al este de Pretoria, Sudáfrica. El diamante pesó más de 3.000 quilates (600 gramos), y fue nombrado en honor a Sir Thomas Cullinan, propietario de esa mina de diamantes. También es conocido como Estrella del Sur, nombre tomado de la novela homónima de Julio Verne.