«Cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la Fiesta». Lucas 2: 42
LA PASCUA IBA SEGUIDA de los siete días de panes sin levadura. El segundo día de la fiesta, se presentaba una gavilla de cebada delante del Señor como primicias de la cosecha del año. Todas las ceremonias de la fiesta eran figuras de la obra de Cristo. La liberación de Israel de la esclavitud egipcia era un símbolo de la redención, que la Pascua estaba destinada a rememorar. El cordero que se sacrificaba, el pan sin levadura, la gavilla de las primicias, representaban al Salvador.
Para la mayor parte de los que vivía en los días de Cristo, la observancia de esta fiesta se había convertido en puro formalismo. Pero, ¡cuánto significaba para el Hijo de Dios!