“Que a los afligidos de Sion se les dé esplendor en lugar de ceniza, aceite de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado. Serán llamados ‘Árboles de justicia’, ‘Plantío de Jehová’, para gloria suya” (Isa. 61:3).
EI martes 19 de septiembre de 2007, Santa Lucía era un país de luto. Antes nuestros ojos, los restos de nuestro amado primer ministro, Sir John George Melvin Compton, eran transportados en su camioneta favorita. Las lágrimas rodaban por las mejillas, mientras los portadores oficiales del féretro, con semblante circunspecto, lo llevaban sobre sus robustos hombros desde el vehículo hasta el tanatorio, para su incineración. Debió de ser duro para la familia del primer ministro constatar finalmente que aquel ser tan querido había sido reducido a cenizas.